lunes, 7 de marzo de 2016

A mayor gloria de Dios y honor de María

En el Testamento Espiritual de Marcelino Champagnat se menciona: “Deseo, queridísimos Hermanos míos, que esta caridad, que debe uniros a todos, como miembros de un mismo cuerpo, alcance a las demás Congregaciones. Os conjuro, por la caridad sin límites de Jesucristo, que no envidiéis jamás a nadie, y menos aún a quienes Dios llama al estado religioso para trabajar, como vosotros, en la educación de la juventud. Sed los primeros en alegraros de sus éxitos y apenaros por sus fracasos. Encomendadlos a menudo a Dios y a la divina Madre. Dadles con gusto la preferencia. Jamás prestéis oídos a los dichos que pudieran perjudicarlos. Que la gloria de Dios y el honor de María sean vuestro único fin y vuestra sola ambición.” La carta 203 que Marcelino escribe al P. Grasset muestra la forma en que Marcelino vivió este punto.
El contexto es claro y simple, Marcelino es invitado a fundar un noviciado en Montpellier, una población que se encuentra a unos 250 km. en línea recta de Lyon, hacia el sursuroeste, unos 300km. de camino. La idea de un noviciado, en una región donde no se tenía escuelas, puede deberse a la propuesta de que con un noviciado, se abrirían posteriormente escuelas en la diócesis o el departamento. No sabemos la razón por la cual se rechaza esta petición, posiblemente se deba a la falta de personal disponible y a la presencia de Hermanos Lasallistas en la ciudad, pero éstas son meras hipótesis.
De cualquier manera la respuesta de Marcelino ejemplifica lo que pide en su Testamento Espiritual. Sigamos la estructura de la carta: Marcelino le expresa su gusto por la obra que se propone y su dificultad para realizarla en este momento. Luego expresa su consejo, acepte a la otra congregación que tiene disponibilidad inmediata, y lo hace con una conclusión que es importante: “Se hará antes el bien”. Y continúa con la aplicación personal: “Nosotros bendecimos a Dios con ustedes”, “deseamos que el bien se haga por quienquiera que sea”. Estas dos actitudes son importantes para Marcelino. El agradecimiento y la búsqueda del bien.
El agradecimiento no aparece explícitamente en el Testamento Espiritual, pero aparece la caridad para con las otras congregaciones, y el compartir la alegría por sus éxitos y la pena por sus fracasos. De fondo se trata de idenficarse con una obra en común que se realiza como iglesia, que también permite agradecer con las otras congregaciones.
La búsqueda del bien, bien en general, parece ocupar el espacio que en el Testamento Espiritual ocupa “La gloria de Dios y el honor de María”. Es verdad que San Irineo, siglos antes, en la misma región ha escrito que “La Gloria de Dios consiste en que el hombre viva”, pero ¿es válido identificar la Gloria de Dios con el bien? Se hace necesario aclarar lo que se entiende por “Gloria de Dios”. Si por gloria de Dios se menciona una presencia lejana, misteriosa, luminosa, que nos asombra, aleja y castiga, definitivamente no. Pero si por “Gloria de Dios” se entiende esa presencia amorosa, creadora, que da vida y quiere que esa vida que regala llegue a su plenitud, entonces es válido identificarla no sólo con en bien, sino con el sumo bien. Así crece la Gloria de Dios en la medida que crece la Vida del hombre. Dios y el hombre se complementan. La gloria de Dios dignifica al hombre y la plenitud del hombre engrandece la Gloria de Dios.

Leída así la carta, lo importante es que todos y en todo lugar promuevan la Gloria de Dios, es decir la dignificación del hombre y nosotros nos debemos alegrar y agradecer a Dios porque esa dignificación se realice y en la medida de nuestras capacidades promoverla y apoyarla. 

martes, 1 de marzo de 2016

Bienvenidos.

Bienvenidos. Un Blog para intercambiar, pensar y reflexionar sobre el carisma, la vida y la misión marista hoy.
Además tendremos temas de pedagogía marista y patrimonio marista.
Espero que lo disfruten.
Guillermo.

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